Schrödinger En ocasionesimagino que abrirás la puertay te quejarásde las cosas simples. O escuchoque no la abres,ni te sientas a la mesay no te quejas de las cosasque sin ti están. Limpio la habitaciónllena de instantesque se pegancomo pelo de gatoa la ropa. Y lleno las esquinasde sombrasque no me hablan de ticuando las riego….
Categoría: Febrero 2024
Minificciones, por Jaszel Utrera Ortega
Metamorfosis Bajo el hechizo de la luna, se transformó. Aleteos En una tarde soleada, decidí hojear el álbum de fotografías familiar. Vi pasar la vida de mi abuela en minutos. Una fotografía en particular me cautivó: mostraba a mi abuela cuando era joven, rodeada de sus diez hijos. No pude evitar pensar en lo difícil…
Minificciones, por Antonio Portillo
Curiosidad Siempre he tenido este sentimiento, creo que no soy mala persona, sólo es curiosidad. ¿Qué se sentirá asesinar a alguien? Por ejemplo, un tropiezo y empujar a cinco o seis personas a las vías del metro, escuchar el sonido próximo del tren mientras ves que los faros se acercan a 80 Km/h. Esa sensación…
Cuento | Esa sonrisa torcida, por Daniel Barrera Blake
Llegué a casa después de comprar mi periódico dominical y me dirigí directo a la cocina a prepararme un café en mi taza de cerámica despostillada. Desde el patio entraba una brisa fresca proveniente del césped recién mojado, combinado con el olor cítrico de los azahares; más allá alcanzaba a ver mi mecedora de palma…
Cuento | Los vestigios de la mente, por Alma Ibáñez
Era el mismo modus operandi. El joven, que no pasaba de los veinticinco años, usualmente salía a trotar antes del amanecer. Lo vieron por última vez hace dos días. Asignaron el expediente de la desaparición al detective Gerardo Zuzunaga, quien era el que más casos había resuelto en el estado. Zuzunaga utilizaba una metodología innovadora…
Cuento | Una tú, una yo, por Carlos Omar de la Cruz Moreno
Hizo todo lo posible por alcanzar el cerrojo de la puerta… no lo logró y las llamas abrasaron su cuerpo. Al principio no sintió nada, como si en vez de ser él quien se consumía por el fuego, tan sólo fuera un espectador en una de esas sucias salas de sesión continua. Luego, el dolor…
Cuento | Zapatos colgantes, por Alicia Carrasco Azcuaga
Ajusté las agujetas de los Converse, que en algún momento fueron azul marino pero ahora lucían de un gris deslavado, me alisé el vestido verde de flores blancas, me acomodé el cabello detrás de las orejas, tomé mi mochila, las llaves de casa y me dispuse a salir. El sol quemaba, el portón de hierro…
