Déspota Otra vez golpeé tu puerta. Tu semblante adusto niega de antemano. Tu semblante pálido me dice, otra vez, no. Quiero cambiar humillación por ofensa. No puedo. Quiero refrenar mis deseos, mis fantasías deshechas mil veces. No puedo. Quiero deshacer la línea finita entre la quietud y la ansiedad. No puedo. He arremetido otra vez,…
