Cuento | Guiño el ojo, por Monica Castro Soto

No era una venta de garaje, era una casa donde huía una familia de la violencia vecinal. En la banqueta estaban tres o cuatro cajas, lo recuerdo a medias, con algunos objetos valiosos, entre ellos un espejo con la forma común de muchas mentes matutinas, un marco simple con una textura de figuras vintage; me…