4 poemas de Sandra Álvarez

el

Mis restos sobre el océano

XXV

Miedo:
constelación de cinco letras
zona sin luz
pleamar de octubre.

Miedo
a mí
a lo que soy
lo que creo
a la forma en que veo
en cómo me ven
a cómo entiendo.

Miedo a mí;
a dejarme perdida
a empujarme con mi propia mano
a no querer salvarme
—a perder la oportunidad de hacerlo—.

XXVI

La capa de agua que recubre la mar
es un falso espejo.
Desde arriba ojos mutantes ven que refleja el sol
las nubes rosas / las aves de alas verdaderas.

La capa de agua que esconde la mar
es un espejo roto.
Habitando bajo sus olas bravas y sus tierras calmas
el afuera se ve hecho pedazos.
Roto de tantas caídas,
roto de tanto eco y luz.

XXVII

Estoy habitada de soledad
estoy hecha de ideas que me aterran.

Vivo de ojos prestados
muero de enfermedades que no son de mi cuerpo.
Marejadas de desolación y espuma en agonía
las olas marchitas caen como gotas perennes.

Bailar y respirar
aire, viento, suspiro, remolino
ángeles a las tres treinta p.m.
Incisiones abiertas
constante búsqueda de dejavús
segundos planos incandescentes.
Atracciones mutuas simultaneas entre sombras borrosas.

Siento que todos los días se me están pasando juntos;
se me va la vida construyendo
tormenta
sobre tormenta
sobre tormenta
sobre las arenas movedizas
que necesitan agua.

Un mundo de estruendos donde nunca llueve.
Obligadas horas de insomnio
luego, despierto fragmentada;
verbo aniquilado
parte de un caos inquebrantable.

XXVIII

Mares internos
barcos que no vuelan.
Insistente transparencia del agua nocturna
muchos naufragios
cada uno su color.
Arcoíris de luna
estrella de mar
astronautas ahogados.


Sandra Álvarez. Guatemala, 1992. Periodista y escritora. Ha publicado poesía, cuentos y artículos en varias revistas digitales culturales y literarias de Latinoamérica y Estados Unidos.

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